En la calle hace frío, llueve, sopla el viento. Te apetece llegar a casa y estar a gusto. Entrar en calor y relajarte. Pero, ¿sabes cuál es la temperatura adecuada para hacer de tu casa un espacio confortable?
Se llama temperatura de confort y es la temperatura ambiente a la que no sientes ni frío ni calor. Es la temperatura ideal para crear en tu casa un ambiente saludable y acogedor. Y además de ser la más adecuada para proporcionar sensación de bienestar, con esa temperatura estarás haciendo un consumo responsable de la energía y podrás llegar al punto óptimo de equilibrio entre bienestar y gasto.
Lo cual es bueno para ti, para el medio ambiente y para tu bolsillo.
Te preguntarás… ¿Cuál es la temperatura de confort adecuada?
Depende. No existe una cifra exacta que sirva de forma universal para todas las situaciones y para todas las personas. La sensación de confort térmico depende de la percepción individual de cada persona y de otros factores, como:
La actividad que se esté desarrollando: no es lo mismo estar en movimiento que parado.
Si es de día o de noche: durante la noche lo ideal es bajar unos grados la temperatura para descansar mejor y reducir el consumo pues las temperaturas elevadas pueden afectar al sueño.
Si es verano o invierno: en verano la temperatura en la calle es más elevada y la temperatura ideal dentro de casa también.
Como orientación general, la temperatura de confort adecuada para una vivienda en invierno es de 21º durante el día y de 18º durante la noche.
¿Qué sucede si te pasas con el termostato?
El consumo de energía se dispara.
Por cada grado más de temperatura que se quiera conseguir en casa, el consumo de energía aumenta aproximadamente un 7%.
El gasto en calefacción sube.
Más del 40% del consumo total de energía en una vivienda se destina a calefacción (varía según zonas). Si se dispara el consumo de energía se dispara también el importe de la factura.
La agradable sensación de bienestar disminuye.
A partir de 23º la sensación de bienestar disminuye por exceso de calor. El ambiente se seca, la humedad se reduce y pasamos de estar bien a sentir demasiado calor lo que puede llegar a provocar malestar, dolor de cabeza y cansancio.
¿Por qué es importante mantener la temperatura adecuada?
A estas alturas seguro que ya te haces una idea sobre el motivo por el cual es tan importante mantener la temperatura adecuada, ni demasiado baja ni demasiado alta, y tratar de alcanzar la eficiencia energética.
Y es que mantener el termostato en el punto óptimo significa:
Reducir el consumo de energía y con ello el impacto ambiental.
Supone hacer un uso responsable de los recursos naturales del planeta (que no son inagotables). Consumir la energía justa y evitar derroches. Significa también minimizar las emisiones de CO2 a la atmósfera contaminando menos.
Ahorrar en la factura de calefacción.
A largo plazo todo suma y tu cuenta corriente lo notará si haces un uso prudente de la calefacción.
Vivir en un ambiente saludable.
¿Hay algún motivo mas importante que este? Sentirnos bien en casa y descansar bien son requisitos indispensables para tener calidad de vida y, en cuanto a temperatura se refiere, se puede lograr con tan solo seguir unas sencillas recomendaciones.
Cómo conseguir la temperatura adecuada en casa con el mínimo consumo
Dejando el termostato a la temperatura de confort de forma estable y evitando picos.
Puedes programar el termostato de tu casa teniendo en cuenta tu propio horario, según las horas que pasas en casa y la actividad que desarrollas en esas horas. Y teniendo presente que conviene que la temperatura nocturna sea inferior a la diurna para descansar mejor y levantarte por la mañana rebosando energía.
Con un buen aislamiento.
Para mantener la temperatura reduciendo el consumo, el aislamiento de tu vivienda es fundamental. Si tienes tu casa bien aislada evitarás las fugas de calor a través de los muros y por las rendijas de las ventanas. Necesitarás consumir menos energía para mantener la misma temperatura.
Ventilando de forma adecuada.
La ventilación es fundamental para mantener un ambiente saludable en casa. Renovar el aire del interior de la vivienda cada día es necesario para evitar que se cargue el ambiente. Eso no significa que las ventanas tengan que estar abiertas por mucho tiempo. En invierno basta con ventilar durante diez minutos por la mañana con todas las ventanas abiertas para que en casa entre aire fresco y que el ambiente se mantenga limpio el resto del día.
Aprovechando las horas de sol.
Aunque sea invierno, si sale el sol, aprovechar las horas de luz para mantener las persianas subidas también hará que la casa coja temperatura de forma natural. Ayudará a que la calefacción tenga que hacer menos esfuerzo para alcanzar los grados de confort.
Haciendo el mantenimiento para tener la instalación a punto.
Puede que el mantenimiento de la instalación de calefacción sea el más olvidado de esta lista. Pero, ¿sabes que una revisión de la instalación te puede hacer que ahorres energía y dinero? Por una parte, una revisión a tiempo te permitirá mantener tu instalación en buen estado para que el calor no se escape lo que contribuirá al menor consumo de combustible. Por otra parte, te permitirá detectar pequeñas averías que si no se reparan a tiempo derivarán en una más gorda y, por lo tanto, más costosa.
¿El termostato se te resiste?
Como ves, el exceso de calor en casa no es demasiado recomendable. Mantener la temperatura ideal en tu vivienda durante el invierno es más sencillo de lo que parece. Basta con tener en cuenta algunas recomendaciones básicas y, en muchas ocasiones, de sentido común.
Recuerda, no te pases con el termostato. Si mantienes tu casa en invierno en torno a los 21 grados tu cuerpo, tu bolsillo y el medio ambiente te lo agradecerán.
Ahora cuéntanos en los comentarios, ¿tienes algún consejo que compartir para lograr la temperatura ideal en casa ahorrando energía y dinero?