Octubre: acortan los días, poco a poco bajan las temperaturas y la calefacción centralizada de tu comunidad comienza a funcionar. Pero, como dice el refrán… ¡nunca llueve a gusto de todo el mundo! Hay quien considera que pasa calor en su casa y que es lo más parecido al infierno. Pero también está quien cree ver a los pingüinos campando a sus anchas por la sala porque hace “un pelín” de frío. ¿Te suena de algo?
Sin embargo, tu vecina Oreka nunca tiene queja al respecto. Siempre consigue la temperatura de confort adecuada y está encantada de la vida en su piso, nieve o truene.
¿A qué es debido esto? Muy sencillo: Oreka comprende perfectamente para qué sirve el termostato de su instalación térmica y cómo usarlo, consiguiendo además que sus facturas se ajusten a lo que ella consume y realmente necesita. ¿Quieres conocer cómo lo consigue?
El termostato: ese gran desconocido
Para empezar, tu amiga Oreka, sabe que el termostato es el dispositivo que regula la temperatura ambiente de las habitaciones en base a las necesidades de nuestro hogar y el clima exterior. No deberá ajustarse igual en un último piso que en un segundo, de la misma forma que uno con orientación sur no exige la misma regulación que uno con orientación norte.
Así pues el termostato, bien utilizado, consigue:
✔️ Un consumo racional y adaptado de la energía: pagaré lo que uso, pudiendo controlar el gasto en base a mis necesidades.
✔️ Un reparto de los gastos comunes en comunidades con calefacción centralizada.
✔️ Mejorar la eficiencia energética del edificio: no desperdiciamos energía con el consiguiente ahorro que supone para nosotros y, por supuesto, para el planeta.
Cómo regular la temperatura según el tipo de instalación térmica de tu hogar
Otro punto que tu vecina Oreka tiene en cuenta a la hora de optimizar el consumo de energía en su casa es cómo está dispuesta su calefacción. Quizá desconozcas este factor sobre la tuya, así que vamos a darte unas pistas para que consigas descubrirlo.
Existen dos tipos de instalaciones:
Instalación por columnas o montantes
Las tuberías generales del edificio atraviesan las viviendas conectando los radiadores por estancias: cocinas, baños, salones, dormitorios…
Este tipo de distribución térmica, al ser más antigua, NO permite poner un contador como tal por lo que se determina el consumo individual con repartidores de costes. Estos pequeños dispositivos se ubican en cada radiador para contabilizar el calor que emite. Para calcularlo, los repartidores de costes miden la temperatura de la superficie del calefactor así como la de la estancia en que está ubicado.
Además, para que cada vecino regule la temperatura acorde a la exigencia de cada habitación, se instalan válvulas termostáticas en cada radiador.
Instalación en anillo
Cada vivienda cuenta con un circuito de calefacción propio conectando los radiadores entre sí y uniéndolos a la tubería de distribución general de la comunidad.
Aquí SÍ es posible tener un contador que registre el consumo individual de cada vecino. Por otra parte, el termostato permitirá graduar la temperatura y encender o apagar la calefacción mediante una válvula de zona instalada en la entrada del circuito de calefacción de la vivienda.
¿A qué obliga la Ley de Sostenibilidad Energética?
Volviendo a tu vecina Oreka… 😉 Ella está informada y sabe que la Unión Europea, mediante la Directiva 2012/27/UE, estableció la obligación de instalar contadores de calor o calorímetros en todas las comunidades con calefacción central conforme a las características de cada una, antes del 1 de enero de 2017.
Ante la inacción del Gobierno Central, el Parlamento Vasco ha tomado cartas en el asunto y ha puesto en marcha la Ley de Sostenibilidad Energética el pasado mes de febrero de 2019. Al parecer, los edificios residenciales con instalación centralizada de calefacción, agua caliente sanitaria y/o refrigeración, deberán instalar dispositivos para:
✔️ Medir el consumo individual de energía.
✔️ Permitir regular la temperatura y realizar así un gasto racional de recursos, fomentando el ahorro y la eficiencia energética de los edificios.
¿Qué hacer si no cuentas con dispositivos de medición y regulación individualizada de la calefacción?
Nuestra recomendación: ¡ponle solución cuanto antes, como ha hecho tu vecina Oreka! Es la única manera de obtener un consumo ajustado a tus necesidades y unas facturas acordes al mismo, además de adelantarte a la «casi segura» obligación por ley de hacerlo.
En Saincal ofrecemos diversos servicios para ayudarte con esta tarea:
✔️ Te asesoramos en la instalación, mantenimiento y lectura de tus contadores de agua caliente sanitaria y calefacción
✔️ Instalamos contadores en las viviendas para que las facturas reflejen el consumo individual que realiza cada vecino. ¡Paga por lo que usas! Además te aconsejamos acerca del reparto de costes fijos y variables entre los miembros de la comunidad, siendo ésta la que tiene la última palabra estableciendo los porcentajes.
✔️ Desde nuestra oficina virtual puedes acceder en todo momento a las lecturas y consumos de tu contador individual, al de los repartidores de costes, o consultar tus recibos para que puedas adaptar el consumo a tu presupuesto de manera sencilla.
Si después de todo lo que te hemos contado te surge alguna duda o pregunta sobre tu instalación de calefacción, recuerda que nos encantará resolverlas. Sólo tienes que trasladarnos tu consulta y nos pondremos en contacto tan pronto como nos sea posible.